La conducción bajo los efectos del alcohol ¿es delito penal o falta administrativa?
Una tasa de alcohol en la sangre superior a la permitida puede ser sancionada con una infracción administrativa o como un delito penal.
Conducción bajo los efectos del alcohol como infracción administrativa:
Si el conductor ha ingerido poca cantidad de alcohol no superará la tasa permitida. La ley de Seguridad vial dispone una tasa superior a 0,50 mg/l en aire espirado. El conductor será sancionado con multa de hasta 1.000 euros. Y la retirada de hasta 6 puntos.
Se impondrá una sanción de 1.000 euros si el conductor hubiera sido sancionado en el año inmediatamente anterior.
Conducción bajo los efectos del alcohol como delito
El artículo 379 castiga al «que condujera un vehículo a motor o un ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas con penas de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años».
Será condenado el que condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0.60 mg/l o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1.2 gramos por litro.
El conductor tiene el derecho a solicitar la prueba dos veces con un intermedio de tiempo de al menos 10 minutos. Si no está conforme con el resultado puede solicitar un análisis de sangre que corre de su cargo.
Reforma de la Ley de Seguridad Vial
En el Real Decreto Legislativo 6/2015 de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial modificó el régimen anterior. Desde entonces hay un mayor control de los conductores y un aumento de las sanciones.
Juicio rápido por conducción bajo efectos del alcohol
Los agentes pasaran las actuaciones al Juzgado. El conductor será citado para un juicio rápido. Si acepta los hechos se le reduce en un tercio la condena.
Prueba de alcoholemia a conductores:
Si el conductor se niega a someterse a un control de alcoholemia es una infracción muy grave. El artículo 383 del Código Penal le castigará como autor de un delito de desobediencia grave. La pena es de prisión de seis meses a un año. Además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
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