El plagio académico, ya sea de una tesis u obra similar, está muy en boga estos días por la presunta implicación de Pedro Sánchez en el mismo, tal y como ha revelado el diario El Español. Se trata de un delito tipificado en el Código Penal en los artículo 270 a 272.
El plagio académico consiste, entre otras formas, en apropiarse de una obra ajena y hacerla pasar como propia. En el caso de una tesis, además, se presenta a examen en un tribunal, que es el que va a evaluarla y, en su caso, a expedir un título. También es llamada falsa autoría, pues se está atribuyendo de forma total la creación de la obra a una persona que no ha contribuido o lo ha hecho de forma simbólica.
Formas del delito de plagio
Existen muchas formas de realizar un plagio, pues se puede copiar parcialmente una obra o hacerlo de forma completa. Igualmente se puede copiar la idea genuina de una obra, aunque se le dé una redacción diferente. Pero, en todo caso, se requiere que se omita la atribución de la obra copiada al genuino autor. Esto significa que si se abre un intercomillado y se cita al autor no se puede hablar de plagio.
La intención en el plagio académico
La comisión de este delito conlleva dolo, intención de apropiarse las ideas de otra persona. Por descuido se puede dejar de intercomillar una cita o referenciar a un autor, pero nunca presentar un trabajo completo plagiado. Aunque no haya existido dolo, el plagio conlleva responsabilidad, pues se han originado daños al verdadero autor de la obra.
Los perjudicados ante un plagio académico
Estamos ante un tipo de delito que no perjudica la obra. El mayor perjudicado, sin duda, es el autor original, que ve violados los derechos que dimanan de su creación. De igual modo se lesiona el interés público, pues la suplantación engaña al tribunal evaluador.
Hoy en día y debido a que se ha extendido mucho esta práctica, existen cantidad de herramientas online para detectar todo tipo de plagios. Todas las universidades actualmente poseen un detector de plagios.
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